En estos tiempos de tantos cambios e incertidumbre es necesario que estemos conscientes de la manera en que lo estamos manejando. Dada la situación, entendí prudente compartir este artículo en donde explico cómo podemos definir y establecer el estado que deseamos, independientemente de la situación en la que nos encontremos.  – Isaiah Cortes, NC, MPNL

¿Qué es un estado? Es un conjunto de condiciones mentales, emocionales y físicas que determinan nuestro comportamiento.

¿Qué tipos de estados existen?

Hay estados potenciadores y limitantes.

¿Cuáles son algunos ejemplos de estados potenciadores?

Salud, paz, calma, felicidad, alegría, gratitud, agilidad, ingenioso, capaz, seguridad, energía, conciencia plena, curiosidad, sabiduría, entre otros.

¿Cuáles son algunos ejemplos de estados limitantes?

Escasez, culpa, vergüenza, miedo, coraje, rencor, tristeza, víctima, envidia, celo, rencor, odio, depresión, entre otros. 

¿Qué necesito para establecer un estado?

Nuestra naturaleza es reaccionar ante los eventos que ocurren a nuestro alrededor, por lo tanto, dependiendo de la interpretación que le demos al evento, se establecerá nuestro estado.  Si por ejemplo vas a buscar tu reloj que tanto te gusta usar cuando vas a salir y no lo encuentras por ningún lado; y ni siquiera recuerdas donde lo pudiste haber dejado, ¿Cuál podría ser tu reacción? y ¿Cuál podría ser tu estado a partir de ese evento? Muchas personas podrían enojarse, comenzar a maldecir y a buscar a quien culpar, etc. La pregunta, ¿Te ayuda ese estado a encontrar el reloj? ¿Te ayuda físicamente, mental y emocionalmente? Si la respuesta es NO, entonces la próxima pregunta es ¿En qué estado te gustaría manejar esa situación? Tu contestación describirá algunos de los estados mencionados al principio.

Entonces, para establecer un estado, antes que nada, se quiere estar muy consciente de nosotros; es como si supieras que alguien te esta grabando en video, por lo tanto, vas a estar muy pendiente de lo que haces, dices y como reaccionas. De ahí en adelante, tú decides como vas a responder y estableces el estado que deseas. Cuando estoy en paz, en calma, o alegre, ¿Cómo se ve mi rostro?, ¿Cómo respiro?, ¿Cómo camino?, ¿Cómo hablo?, ¿en que pienso? Es como cuando vas a ir a un evento importante y escoges una vestimenta particular que va a tono con la ocasión; te preparas y te acicalas con empeño. Luego de vestirte y mirarte en el espejo, es como si ocurriera una transformación, tu estado de ánimo cambia sorprendentemente y hasta sientes que vas a conquistar el mundo. El estado que escojas es esa vestimenta que te vas a poner; consciente de como te vas a ver, sentir y responder; serás el actor principal de esta película llamada “Mi Vida”.

Recuerda que tu estado se compone de tres elementos: Mente, emoción y cuerpo. ¿Qué pienso?, ¿Cómo me siento?, ¿Cómo respiro?, ¿Cuál es mi aspecto? Para trabajar con tu pensamiento y volviendo al ejemplo del reloj perdido, requiere que escojas como vas a ver ese evento y confiar que, de alguna manera u otra, lo vas a resolver; esto te ayudará a traer buenos pensamientos a tu mente.

Al trabajar con tu mente, tu emoción cambiara progresivamente o de forma inmediata. De igual forma tu cuerpo responderá a los estímulos de tu mente y emoción que experimentes. Por otro lado, al estar consciente y modelar las características físicas de un estado de paz, calma y seguridad, (respiración, forma de caminar y expresión facial), esto enviará estímulos al cerebro que ayudará a establecer el estado deseado.

Ahora, ¿A que se debe que yo sea 100% responsable de mi estado?

Hay dos factores que todos nosotros enfrentamos regularmente:

Situaciones externas que están en mi control:

En esta área, la pregunta que nos haremos es: ¿Qué puedo hacer para prevenir y/o evitar eventos que puedan impactar mi estado? Según vamos aprendiendo de nuestras experiencias o de las de otros, podemos tomar las acciones necesarias para prevenir situaciones que puedan impactar nuestro estado. Eventualmente nuestro estado será mas sostenible a medida que vamos previniendo y reduciendo estas situaciones. Cada vez que experimentemos un evento que pudimos haber evitado, en lugar de castigarnos, nos vamos a preguntar: ¿Qué aprendí?, ¿Qué voy a hacer diferente?, ¿Qué nuevas destrezas me conviene desarrollar?

Situaciones externas que están fuera de mi control:

En esta área, la pregunta que nos haremos es: ¿Qué voy a hacer para mantener mi estado deseado y minimizar cualquier impacto? Hay múltiples situaciones y/o eventos que están fuera de nuestro control. Si están fuera de mi control, ¿Por qué soy responsable? Porque solo tú puedes decidir como vas a responder ante los eventos que ocurren a tu alrededor. Nadie más puede hacerlo por ti. Tu eres responsable de escoger el estado que deseas y como enfrentar tal evento. Una vez establezcas tu estado deseado, podrás comenzar a generar alternativas para manejar cualquier tipo de situación.