Dada la situación que estamos experimentando en estos días, entiendo prudente compartir este artículo que nos ayudará a manejarlo de una mejor manera. – Isaiah Cortes, NC, MPNL

En nuestras vidas hay y habrá eventos inesperados que impactarán nuestro bienestar, tanto mental, emocional, físico y espiritual. Por ejemplo, algunas o todas las rutinas diarias, hábitos, actividades, artículos y/o alimentos que tanto disfrutamos, en un instante no están disponibles. Estos cambios súbitos provocan una enorme incomodidad, ansiedad y hasta desesperación. La incertidumbre nos envuelve cuando desconocemos cómo y cuándo la situación va a terminar.

A continuación, algunos comportamientos comunes que podríamos reflejar, basado en la manera en que interpretamos estos eventos:

1. Negarlo o imaginar que no existe

2. Ignorarlo o tratar de ignorarlo

3. Reconocerlo, quejarse y no hacer algo al respecto

4. Reconocerlo, no quejarse y no hacer algo al respecto

5. Reconocerlo, no quejarse y si hacer algo al respecto

Ante los eventos que provoquen incomodidad será necesario decidir cómo los vamos a manejar. Y ¿qué tal si nos ponemos cómodos en medio de ese evento? Bueno, eso suena o se ve bonito, pero ¿cómo lo puedo hacer?

A continuación, algunas recomendaciones:

  1. Cambia la manera en que ves la situación; para hacerlo, recomiendo estas preguntas:
    1. ¿Qué estoy aprendiendo o voy a aprender?
    1. ¿Qué nuevas capacidades estoy o voy a desarrollar?
    1. ¿Qué nuevas oportunidades están o estarán surgiendo?
    1. ¿Qué beneficios y nuevas oportunidades me trae esto?
  2. Reconoce que el evento es temporero, aunque no tengas idea cuando va a terminar.
  3. Recuerda que toda situación tiene solución, aunque no tengas idea de cómo resolverla y que todo evento tiene un comienzo y un fin.
  4. Ten en cuenta que por lo menos alguna persona ha pasado por una situación igual o similar a la tuya, y que según esa persona pudo superarlo, tú también puedes.
  5. Genera todas las alternativas que puedas según las capacidades que posees en ese momento y pregúntate:
    1. ¿qué puedo hacer para que este proceso sea más llevadero?
    1. ¿qué alternativas puedo aplicar para reducir el impacto de esta situación?
  6. Busca toda la información que puedas en libros, revistas, vídeos, internet, o personas que tengan el conocimiento para orientarte.
  7. Comienza a tomar acción, aunque sea en pequeños incrementos.
  8. Disfruta el proceso mientras reconoces tus avances y progreso en cuanto a los conocimientos, destrezas y capacidades que estás adquiriendo.

En este proceso es necesario que evites leer o escuchar las quejas y opiniones pesimistas de otras personas. Enfócate en las cosas buenas que estén ocurriendo en medio del evento y aunque es necesario mantenerse informado, prevén enfocarte en las cosas negativas que estén sucediendo.

Luego de un tiempo te darás cuenta de que el nivel de incomodidad que experimentabas al principio del evento se ha ido reduciendo progresivamente, ósea, te has ido poniendo cómodo en medio de la incomodidad.

Me resulto curioso ver en estos días a una persona que hacia una larga fila para entrar a un “W Super Center”. El individuo estaba sentado en una silla portable y con un paraguas para protegerse del sol, mientras se entretenía leyendo en su teléfono inteligente de forma relajada. Cuando la fila se movía, él tomaba su silla junto con el paragua y lo cargaba hasta que se detenía la fila. Parece un buen ejemplo de ponerse cómodo en medio de la incomodidad.

Es sumamente importante resaltar que si no ocurrieran eventos o momentos en nuestra vida que nos hagan sentir incomodos, nuestro crecimiento y desarrollo como seres en esta sociedad se vería detenido. Cuando estamos cómodos, no hay necesidad de generar otras alternativas, aprender y/o desarrollarse en otras áreas; esto, a no ser que conscientemente tomemos la iniciativa de hacerlo. Si siempre dependiera de nosotros, muchos nos quedaríamos estancados.

Cuando un bebé está en el vientre de la madre, su situación es una de comodidad y placer; pues está protegido, mimado y alimentado.  No obstante, en su crecimiento, el espacio disponible y los recursos no serán suficientes para que se desarrolle en su totalidad; por lo tanto, es necesario que nazca. En el nacimiento, tanto el bebé como la madre pasarán por un proceso incomodo para luego dar paso a una nueva etapa de la vida.

Entonces, cuando sientas que ya estas bastante cómodo, pregúntate ¿cuál es el próximo nivel al que deseo moverme? y provoca tú mismo ponerte incómodo nuevamente; eso en otras palabras se le llama: “retarte a ti mismo”.